El 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenina, una fecha perfecta para conversar sobre sexualidad y placer de la forma que más me gusta: de forma abierta y sin tabúes. ¿Cómo se originó esta celebración tan picante?

En 2006, José Arimateia, un concejal del municipio de Esperantina en Brasil, impulsó una ley para la defensa del placer sexual de la mujer. El concejal se basó en un estudio de la Universidad Federal de Piauí que concluyó que 28% de las mujeres de esa región tenía serias dificultades para llegar al orgasmo. Desde entonces, el 8 de agosto es un día especial para hacer visible un tema que ha sido ignorado en una gran cantidad de lugares y cultura.

Como sexóloga, puedo afirmar que la principal causa de la anorgasmia es la falta de información, curiosidad y autoerotismo por parte de la mujer. Es increíble como todavía existen personas que desconocen el poder y la importancia del clítoris, el órgano eréctil de la mujer. Se sobredimensiona a la penetración y se descuida la estimulación clitoral. En muchas ocasiones la falta de orgasmo está relacionada a esta realidad.

La sexualidad femenina está llena de mitos, es personal y no existe un manual práctico para hacerla llevar al clímax. Por tanto, el resto está en centrarse en la búsqueda del auto-placer, detectar las zonas eróticas particulares y en alcanzar el orgasmo por sí mismas. Es la única forma de poder transferirle a la pareja qué, dónde, cómo y cuándo nos gustan ciertas cosas en la intimidad.

¿Cómo piensan celebrar el Día Internacional del Orgasmo femenino?