El sexo es uno de los hábitos más deliciosos del ser humano. Sin embargo, esta necesidad puede llegar a convertirse en una fuente terrible de ansiedad, sobre todo si no se gestiona de la forma adecuada por esa presión de querer dar la talla y así no decepcionar a la pareja. Entonces, ¿cómo evitar que los nervios entren en escena y nos arruinen nuestros encuentros amorosos?  

Temores principales en el sexo

En el caso de los hombres, su mayor temor es el tamaño de su pene y sufrir eyaculación precoz. Esto generalmente sucede en los jóvenes que han tenido pocos encuentros sexuales. También, cuando hay demasiada ansiedad por desear tener un gran rendimiento pueden ser víctimas del llamado “gatillazo”. En pocas palabras, por más que quieran y deseen a su pareja, no van a tener una erección por su estado de nervios.  

En el caso de las mujeres, éstas se preocupan por no alcanzar el orgasmo o no lograr disfrutar al pleno, entrando en un insoportable círculo vicioso generado por su estrés que les impide entregarse totalmente. También es muy común que ellas no estén conformes con su apariencia y se acomplejen innecesariamente al estar desnudas.

Cómo evitar que los nervios nos traicionen antes y durante el sexo

Para evitar que los nervios hagan de las suyas, tu sexóloga en Tampa te dará las siguientes recomendaciones:

La práctica hace al maestro: en cualquier disciplina la única manera de mejorar es practicando. ¿Alguien se va a quejar por tener más sexo para mejorar el desempeño? La única manera de sentirse más cómodo es ser más experto, así poco a poco irán disminuyendo las inseguridades y demás problemas asociados como la ansiedad y el estrés. Una buena táctica que siempre recomiendo es estudiar sobre sexo, conseguir una buena bibliografía para leer en pareja. Esta estrategia incluso puede ser excelente para ir calentando motores.

Controlar el ritmo: el sexo no tiene que ser necesariamente rápido. Es más, estudios demuestran que el sexo lento brinda relaciones más plenas e intensas. La idea es conseguir el ritmo en que ambos se sientan a gusto.

Atención plena: es necesario olvidarse de las preocupaciones externas al momento del sexo, es obligatorio pensar en el aquí y el ahora. Es importante dejar a un lado los problemas familiares, el estrés del trabajo y afines. El sexo debe ser motivo de placer y por eso debemos entregarnos por completo.